El día 2 de mayo los alumnos de 3º y 4º de ESO del IES Medina Azahara acudieron a un concierto-recital a cargo de Antonio López, profesor de Lengua y Literatura, poeta y cantautor. Esta actividad se encuadra dentro del programa “Escritores docentes” de la Delegación de Educación de Córdoba.
Antonio López empezó recitando un poema llamado ”Me presento” como carta de presentación; y durante una hora estuvo alternado la lectura de algunos de sus poemas con las canciones, acompañado por un piano. Finalmente, terminó su actuación con un pasadoble dedicado a la cuidad de Córdoba.
Los alumnos habían trabajado previamente en clase de LCL tantos los poemas como las canciones. Les gustaron ambos géneros y se sintieron identificados con muchas de las letras que escucharon. Para ellos, esta visita ha supuesto un acercamiento diferente a la Literatura y a la poesía. Agradecemos a Antonio López su cercanía y las explicaciones con las que ilustró sus canciones y poemas.
Los alumnos habían trabajado previamente en clase de LCL tantos los poemas como las canciones. Les gustaron ambos géneros y se sintieron identificados con muchas de las letras que escucharon. Para ellos, esta visita ha supuesto un acercamiento diferente a la Literatura y a la poesía. Agradecemos a Antonio López su cercanía y las explicaciones con las que ilustró sus canciones y poemas.
Incluimos aquí el poema titulado “Córdoba” con el que cerró su actuación.
Una ciudad se levanta del sueño,
va caminando hacia el día y su luz:
abre los ojos con aire risueño
la flor temprana del pueblo andaluz.
Córdoba, huérfana de mil culturas
quiere ser madre, quisiera volar;
desde la orilla de Sierra Morena
llega hasta el puente y le asusta cruzar.
Córdoba,
la de los abderramanes,
ya no quiere musulmanes
que le vengan a rezar.
Córdoba,
y al salir de la capilla
en la feria de la villa
que no nos falte “de ná”.
Córdoba
es silencio y es redoble,
flamenquito, pasodoble,
alegría y soleá:
te rebosa la hermosura,
el orgullo y la amargura…
loco me vas a dejar.
Esta ciudad de los mil y un poetas
cría profetas para devorar.
Un cementerio ya extiende su cepa
desde la torre de la catedral.
Y sin embargo cuando la paseo
entre su gente parece vibrar
la vida como un suave contoneo
de pasodoble que invita soñar.
Córdoba:
Un arcángel sin trabajo,
los de arriba, los de abajo
y ¡ay, qué le vamos a hacer!
Córdoba:
Un ojito hacia su orilla
y otro hacia la de Sevilla
para no desmerecer.
Córdoba,
borrachita en su belleza
es un ángel sin cabeza
que no sabe ni quién es.
Yo te quiero a voz en grito
y aunque sufra no dimito
de llamarme cordobés.
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