El pasado 23 de enero de 2018, el alumnado de 1º de Bachillerato del IES Medina Azahara asistió a una charla, donde Rafael Espejo leyó y comentó algunos de sus poemas y respondió a las preguntas de los asistentes.
Rafael Espejo, poeta, nace en Palma del Río (Córdoba) el 3 de septiembre de 1975. Es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Granada, lector editorial, crítico literario en diversos medios y escritor de artículos de opinión. Además de recitar sus poemas, este autor también los canta, y organiza eventos en los cuales la música y la poesía se unen. Tiene diversas obras, con las cuales ha ganado algunos premios, por ejemplo, gracias a “Círculo vicioso”, ganó el Premio Federico García Lorca de poesía en 1995, y gracias a “Hierba en los tejados”, ganó el Premio Ojo Crítico 2015 de RNE. Actualmente, está trabajando en un libro de relatos y en la novela de su vida.
Rafael Espejo comenzó preguntando quiénes de los presentes leían normalmente poesía. A una de las alumnas que levantó la mano, le preguntó su opinión sobre si la poesía era un género de descripción o biográfico, a lo cual contestó que para ella los autores reflejaban sus experiencias vividas en los poemas. La siguiente pregunta consistió en si un poema podría ser similar a un confesionario, y si opinaba que en la novela ocurría lo mismo. Su respuesta fue que en la poesía el autor expresa sus sentimientos y se siente totalmente identificado con ella; en cambio, en la novela, los personajes no reflejan de manera tan directa al escritor, sino que son un poco más independientes. El autor le dijo que bajo su punto de vista sí era un género biográfico, tanto para quien la escribe como para quien la lee, pero que no solo existe ese tipo de poesía; por ejemplo, García Montero escribe poesía analista.
Rafael Espejo leyó un poema que escribió tras pasar una noche en el campo, junto a su grupo de amigos. Habían terminado el último año de instituto y cada uno iría a estudiar a un lugar distinto, con lo cual esa noche fue su símbolo de despedida.
A continuación, nos explicó que él en sus poemas suele utilizar palabras simples y malsonantes o llamativas, ya que uno de sus objetivos es que los jóvenes del siglo XXI sean capaces de entender su poesía. Tras este inciso, leyó un poema sobre cómo mantener una relación seria, titulado “Madriguera” y, seguidamente, “Loco amor”. Continuó con “Autorretrato”, un poema en el que se define él mismo en ese momento. Después, “El milagro” y “La profundidad de los campos”, dos poemas de amor. Escribió su último libro hace un par de años, y de él nos leyó “Día”.
La charla continuó reflexionando sobre cómo ha influido la educación en el mundo de la poesía. Debido a que en la antigüedad acceder a la educación era muy difícil, existían muy pocos poetas; en cambio, ahora, al haber una educación pública, el número de personas dedicadas a esta profesión ha aumentado notablemente. Además, hoy en día los poemas se traducen, por lo que da igual la lengua que hables, porque podrás conocer la forma de escribir que tienen en cada lugar, teniendo la oportunidad de elegir la que más te guste. Rafael Espejo se siente identificado con la poesía sueca y nos leyó un poema titulado “Un gran viaje”, influenciado por ella.
También nos comentó que, cuando él relee sus poemas antiguos, siempre ve cosas que mejorar, por lo que muchas veces no repasa sus poemas, ya que si lo hiciera, no tendría tiempo para escribir otros nuevos.
Los alumnos intervinieron en algunas ocasiones; a continuación, transcribimos algunas de las preguntas realizadas aquel día.
ALUMNO: ¿Cuando terminas un poema, se lo enseñas a otra persona para que te dé su opinión?
RAFAEL ESPEJO: No, soy una persona muy segura, por lo que si le enseño un poema a alguien no es para pedirle opinión, sino para que me enseñe fallos que yo no había visto al estar todo el rato trabajando en el mismo poema.
ALUMNA: ¿Cree que la poesía moderna se entiende y es poesía, ya que en ocasiones los autores son demasiado personales y solo ellos son capaces de comprenderla?
RAFAEL ESPEJO: Para mí, todo es poesía, incluso la antipoesía.
ALUMNO: ¿Cómo sabe que ha obtenido lo que quería al escribir un poema?
RAFAEL ESPEJO: No creo en las musas, solo en el trabajo duro y en el esfuerzo. Cuando escribo algo, intento que solo conduzca a lo que yo quiero transmitir, no a otras cosas; pero no siempre se consigue, ya que cada persona tiene una mente distinta. Por ejemplo, un crítico me comentó que mi primer libro le recordaba a un manual de autoayuda, y no me ofendió, pero eso no era lo que yo quería transmitir. Una de las cosas que podemos hacer para intentar que esto no ocurra es estudiar un poco la mente humana; de esta manera podremos, más o menos, predecir lo que la mayoría de la gente va a interpretar.
ALUMNA: ¿El viaje del último poema que ha leído es un simple viaje?
RAFAEL ESPEJO: Es un viaje irreal e imposible, ya que ninguno de nosotros podría sobrevivir a él. Actualmente, la sociedad se cree superior a la naturaleza, y eso no es verdad. Nosotros somos una minúscula parte de todo lo que compone la naturaleza, y esta ya existía mucho antes de que nosotros apareciéramos. Este poema, está basado en la poesía sueca, que provoca que el ser humano se sienta pequeño e indefenso ante la naturaleza, es decir, como es realmente.
Durante la charla, todo el mundo estuvo atento a lo que explicaba Rafael Espejo y, en general, gustó a todos. En mi opinión fue una charla interesante, instructiva, al mismo tiempo que amena, ya que durante todo el tiempo animó a hacerle preguntas, y a intervenir en cualquier momento. Me gusta mucho que en el instituto haya este tipo de actividades, ya que me parece que son una manera distinta de promover la lectura. Además, en mi opinión, al no situarnos en el mismo lugar en el que recibimos clase, la charla es más atractiva a los ojos de los alumnos.
Alba Muñoz Maestre 1º Bachillerato B
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